Ciro Castillo Rojo fue encontrado muerto después de más de doscientos días de haber desaparecido en el cañón del Colca, convirtiéndose sin duda en la noticia más impactante que ha conmocionado a la sociedad peruana en este 2011 que casi termina.
Pero más que la sensible pérdida para su familia, la prueba de valor y coraje que asumió su padre, el doctor Circo Castillo Rojo, ha sido una demostración de lo que significa el amor de un padre frente al dolor que significa perder a un hijo en circunstancias aun por esclarecer.
Fueron más de seis meses de incansable búsqueda en los que el atribulado padre nunca perdió la compostura, dando siempre muestras de fortaleza moral y una resistencia que será recordada como una de las más memorables jornadas que un padre puede afrontar en una situación tan apremiante e incierta.
Aunque el doctor Castillo Rojo ha manifestado que las investigaciones todavía no han concluido, queda claro que no lo mueven un afán de revancha ni venganza en su lucha personal por saber la verdad de todo lo ocurrido en el cañón del Colca.
Gracias a Dios, su familia pudo encontrar el cuerpo de Ciro, darle cristiana sepultura y brindarle un homenaje póstumo en el que la población demostró una vez su cariño y respeto por la parte afectada, un hecho que la psicología social define como un gesto de conmiseración con el más débil, con la víctima en este caso de un hecho que mantiene todavía muchas interrogantes.
Andrés sanchez Alayo
No hay comentarios:
Publicar un comentario